
26 Dic Qué es el bienestar emocional y cómo integrarlo en tu día a día
Contenido del Artículo
¡Hola! En este nuevo post te voy a hablar sobre lo que es el bienestar emocional y sobre cómo conseguirlo a través de unos sencillos pasos con los que gestionar tus emociones en tu día a día y evitar caer preso de ellas.
¡Empecemos!
¿Qué son las emociones?
Antes de empezar a hablar sobre el bienestar emocional, es imprescindible saber qué son las emociones.
Las emociones conforman un sistema utilizado por el organismo para adaptarse a su entorno y se expresan en el cuerpo, por lo general de forma automática e inconsciente, y en nuestra vida. Una definición que me gusta compartir es la de Enric Corberá, que entiende las emociones como el lenguaje biológico a través del cual podemos conocer cómo las personas nos relacionamos con el mundo.
Tipos de emociones
Ante los diferentes estímulos de nuestra vida cotidiana, nuestro organismo reacciona automáticamente en forma de emociones que se traducen en reacciones corporales o cambios físicos (sudoración, aumento de frecuencia cardíaca, temblor, llanto, piel erizada…) y que, al mismo tiempo, generan una serie de sentimientos y pensamientos. Estas son las emociones primarias y son, entre otras, la alegría, la tristeza, el miedo, la sorpresa…
Por otra parte, cuando a partir de una emoción primaria entra en juego nuestra valoración positiva o negativa basándose en factores como la experiencia personal (qué he vivido yo con anterioridad y qué efecto ha provocado), el contexto sociocultural (la emoción está considerada «correcta» o «incorrecta») o el contexto familiar (la emoción está aprobada dentro de mi familia), por ejemplo, se generan las emociones secundarias. Algunas de ellas son: la culpa, la vergüenza, orgullo, enamoramiento, envidia…
Para ayudarte a entender mejor cómo funciona el comportamiento de las personas a través de las emociones te invito a que visites Universo de Emociones, un fantástico proyecto elaborado conjuntamente por Eduard Punset, Rafael Bisquerra y el estudio PalauGea, en el que se muestra de forma gráfica un amplísimo listado de emociones humanas y cómo están conectadas entre sí.
¿Qué es el bienestar emocional y cómo conseguirlo?
El bienestar emocional se atribuye a un estado de salud emocional en el que la persona es capaz de escuchar, reconocer y gestionar sus emociones de una manera óptima sin que estas le supongan ningún tipo de conflicto.
Si en lugar de reaccionar de forma inconsciente ante lo que nos ocurre logramos tomar conciencia sobre nuestras emociones seremos capaces de conocer cómo nos relacionamos con nuestro entorno y seremos responsables de ello. De esta forma, podremos elegir el modo en el que afrontar cada situación en lugar de dejar que nuestras emociones «hablen» por nosotros.
Para que esto sea posible es fundamental conocer cómo pensamos, distinguir nuestros sentimientos y ser conscientes de nuestras emociones partiendo de un soporte de equilibrio interior que nos va a sostener cuando tengamos que enfrentarnos a las situaciones que nos plantee la vida. Uno de los pilares fundamentales de este soporte es la autoestima. Tu autoestima es la base fundamental desde la que te vas a proyectar al mundo. La forma en la que te relacionas con los demás y con tu entorno es una proyección de la relación que mantienes contigo mismo. Si tú te quieres y tienes una relación positiva con tu ser, tu realidad lo reflejará.
Sin embargo, en nuestro día a día, hay una serie de aspectos que pueden llegar a influir en nuestro estado emocional en mayor medida. Estos son, agrandes rasgos:
- La familia
- La vida social
- El trabajo
- La alimentación
Cuando alguno o más de uno de estos aspectos se encuentra en desequilibrio y/o no somos capaces de controlarlo como nos gustaría, nuestro estado emocional puede verse afectado. Lo más común es que esta situación de desequilibrio nos provoque estrés, el mal de los tiempos modernos que seguramente todos hayamos sufrido en algún momento de nuestra vida.
No obstante, el estrés no es más que una forma en la que nuestro cuerpo nos avisa de que nos estamos enfrentando a una situación desafiante. Bien gestionado no tiene por qué ser del todo negativo. De hecho, muchas personas se sienten cómodas o son más productivas cuando se encuentran bajo la influencia de éste. Los problemas aparecen cuando la situación de estrés se prolonga demasiado en el tiempo y no somos capaces de gestionarla, llegando incluso a afectar a nuestras emociones y en consecuencia a nuestra relación con todo lo que nos rodea.
Ya podemos llevar una alimentación súper saludable, hacer ejercicio diariamente y ser un hacha en el trabajo que el estrés puede manifestarse cuando menos lo esperemos. Por lo tanto, no podemos evitar sentir estrés hoy en día, pero sí podemos aprender a vivir con él si sabemos afrontarlo y gestionarlo correctamente para que no nos impida llevar una vida saludable en sentido holístico (físico, mental y emocional).
Dicho esto, aquí tienes unos consejos muy sencillos que podrás aplicar en tu día a día para mantener el estrés a raya y conseguir el bienestar emocional que estás buscando:
Consejos para conseguir el bienestar emocional:
Acepta tu realidad sin juzgarla: Aceptar quién eres, cómo eres y lo que sientes es el primer paso para sentirte bien contigo mismo y a partir de ahí cambiar lo que no te guste y avanzar para conseguir todo aquello que te propongas.
No te compares, juzgues o etiquetes: Eres un ser único, con una historia personal única y unas circunstancias únicas. Todos los patrones que consideramos modelos a seguir o en los que creemos que debemos encajar son creencias establecidas por experiencias personales o por la sociedad que nos limitan. Rompe con esas barreras y recuerda que tu poder es inmensurable.
Escucha tus emociones: Tus emociones son valiosas y gracias a ellas podrás aprender más sobre ti mismo, tus comportamientos y tus necesidades. Escúchalas y analiza los pensamientos que van asociados a cada una de ellas y cómo te hacen sentir.
Piensa en positivo: Como tus emociones, tus pensamiento son un tesoro. Tu forma de pensar va a determinar cómo será tu realidad. Si esta es negativa, averigua el por qué y sustituye esos pensamientos por fórmulas más positivas. Mantener una actitud positiva atraerá cosas positivas a tu vida.
Escucha tu cuerpo: Muchas emociones inconscientes que no se llegan a exteriorizar se manifiestan a través del cuerpo y éste te puede dar mucha información sobre lo que te está ocurriendo. Tu cuerpo te habla, escúchalo atentamente.
Mantén tu cuerpo activo: Realizar una actividad que mantenga tu cuerpo en movimiento te ayudará no solo a encontrarte mejor físicamente si no que de esta forma podrás canalizar energías acumuladas que de otra forma podrían manifestarse en forma de emociones negativas y perjudiciales.
Alimenta tu cuerpo, no tus emociones: No se trata solamente de elegir qué comer si no de analizar el por qué lo hacemos. La relación que mantienes con la comida es reflejo directo de un estado emocional. Si existe un conflicto en tu interior éste se verá reflejado en la forma en la que comes. Analiza tus emociones, sentimientos y pensamientos con respecto a tu alimentación y a la hora de elegir, opta por alimentos que nutran y sean lo más beneficiosos posibles para tu cuerpo.
Calma tu mente: Tu mente, al igual que tu cuerpo, necesita descanso. Permite a tu mente desconectar del vaivén de pensamientos durante al menos unos minutos. Esto te ayudará a retomar cualquier actividad con energías renovadas y, seguramente, a verlo todo de una forma más clara.
Estos son solo algunos ejemplos de pasos que poco a poco puedes integrar en tu día a día para empezar a sentirte mejor contigo mismo. Una vez que empieces a aplicarlos y a tomar conciencia de tus emociones, éstas dejarán de suponer un obstáculo ya que contarás con un soporte interior firme y consolidado en el que te podrás apoyar para afrontar cualquier situación desafiante.
¿A qué esperas? Toma desde ya mismo las riendas de tu vida empezando por las de tu interior y a partir de ahí crea la realidad que tu corazón pide a gritos.
¿Estás dispuest@?
laramateosrivas
Escrito a las 14:57h, 11 eneroHubiera estado bien linkear este post hacia el mío sobre la vergüenza; qué lastima haberlo visto ahora :(. Aún así lo tendré en cuenta por si vuelvo a escribir sobre alguna emoción :).
Muy bien estructurado y con pasos a seguir. ¡A ver si somos capaces!
Arantxa
Escrito a las 14:57h, 12 enero¡Ahí está el trabajo personal! Pero todo es ponerse ? Gracias compi